Liberar para crear
ubicación: marianitas de calderón | quito - ecuador
diseño arquitectónico: miguel ángel chávez herrera
colaboradores: soledad herrera
área: 110 m2
alcance: diseño interior y construcción
costo intervención: 22.000 usd
En un barrio ubicado en la zona de expansión norte de la ciudad de Quito, una pareja de jóvenes abogados, adquieren dos viviendas de 55 m2 cada una, las mismas que se desarrollan en 2 plantas, estas casas están adosadas y se encuentran en obra gris.
El encargo consiste en unificar las dos edificaciones para lograr una vivienda unifamiliar, que tenga 1 habitación para ellos y 3 para los pequeños de la casa, además de un área destinada a la recreación y estudio de los niños. Hay que tener en cuenta que los usuarios son amantes de la lectura, y cuentan con una amplia cantidad de libros que tienen que ser alojados en la vivienda.
Estado inicial
Partiendo de esta premisa, se propuso un elemento como protagonista del proyecto, el cual le da el carácter a la vivienda. Tres cajas flotantes con forma de “L”, elaboradas en madera de seike, suspendidas en una serie de tubos metálicos anclados piso techo, el mueble presenta una ligera inclinación con el fin de generar un gesto de acogida al ingresar a la vivienda.
Renovación
Este elemento “permeable y ligero” configura dos ambientes, el pasillo de ingreso y el área de estudio, con el transcurso del tiempo este objeto mutará a un elemento “sólido y pesado” pero cargado de sabiduría, cuando poco a poco, los libros vayan ocupando el lugar que ha sido diseñado para acogerlos.
Las limitaciones presupuestarias nos abrieron paso a la exploración de nuevas maneras de configurar los espacios, aprovechando los elementos existentes y las características propias de los materiales, aplicando como estrategia el destinar más recursos a la mano de obra, a la reutilización y a disminuir en lo posible la compra de accesorios y materiales nuevos.
Trabajamos con una papeleta de materiales simple, basada en hormigón, hierro y madera, donde la dureza y brutalidad de los enlucidos con mortero gris de las paredes de los cuartos de baños es potenciada para contrastar con la sutileza de los muebles de lavado fundidos “in situ” con hormigón blanco, y armonizar con la calidez de la madera de seike ocupada en puertas y algunos elementos de apoyo.
En la planta alta una mampara de madera cumple una doble función, hacia afuera es un cerramiento que delimita el área infantil, entre los intersticios de las tiras de madera se encuentran acrílicos transparentes y de color los cuales aportan un carácter lúdico. Hacia adentro forma parte del closet, en el cual las tiras de madera son el soporte de las estanterías, este elemento configura el espacio destinado a las habitaciones de los niños.
El área de juegos se complementa con dos cajas de madera en las que se encuentran suspendidas estanterías accesibles y seguras para que los niños puedan guardar sus juguetes, libros y otros objetos recreativos.
Con el fin de añadir áreas verdes e integrarlas a la vivienda se recupera los patios posteriores de las 2 viviendas, se unifican y se siembra césped natural, "liberar para integrar" una gran abertura en el paramento vertical que separa al área social del área verde, permite integración física y visual de estos espacios, el jardín es una prolongación de la casa.
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