Una mirada histórica de Quito, nos permitirá remontarnos únicamente al período colonial, ya que es difícil encontrar testimonios materiales del período precolombino, que no hayan sido borrados en el avance de la conquista española y fundación de la ciudad 1834, así como por los embates de periodos modernizantes que han ido progresivamente transformando su fisonomía y configurando la identidad de lo que hoy entendemos como la ciudad capital del Ecuador[1].
El primer núcleo de la ciudad colonial, que al menos en su damero o trama principal y en la arquitectura monumental, ha trascendido en el tiempo desde los orígenes, es lo que hasta finales del siglo XIX fue la ciudad de Quito. Esto no significa que no existió crecimiento y transformación urbana durante los 3 siglos de colonia e inicios de la república al interior de la ciudad, pero al mirar las cartografías históricas[2] se puede evidenciar, que es sobre todo a partir de la segunda década del siglo XX, con la llegada del ferrocarril que conectaba Quito con Guayaquil, que se provocan las expansiones más importantes que había tenido la ciudad hasta ese momento.
Estas transformaciones en el espacio físico como afirma Kingman, vienen dadas ya desde el último tercio del siglo XIX, al interior de la ciudad y surgen como resultado de “una sociedad que intenta tornarse moderna, tomando distancia con respecto al otro”(Kingman, 1992). Es así que para 1914, aparecen nuevas ciudadelas tanto en el norte como en el sur en las afueras de la ciudad, con una marcada diferenciación social, al sur barrios obreros vinculados a la estación del ferrocarril en Chimbacalle y la norte ciudadelas para las clases acomodadas alrededor de espacios públicos (parque La Alameda.)
En la primera mitad del siglo XX, la ciudad se expande y se transforma a la vez, entre 1906 y 1950 la población se cuadruplica, con una tasa de crecimiento poblacional mas marcada entre 1936 y 1950 que llega a 5.3%[3]. En este período surge una preocupación por dar respuesta desde la institucionalidad al crecimiento mediante la planificación, la que tiene una enorme influencia de las teorías urbanísticas vigentes que se desarrollaban sobre todo en Europa y Estados Unidos, lo que se evidencia al observar el primer Plan elaborado por Jones Odriozola en 1942 para Quito. Este plan zonificó la ciudad y propuso nuevas avenidas que proyectaban una expansión del espacio urbano, “4,5 veces superior al existente” (Carrión, 1992).
Durante la segunda mitad del siglo XX, a partir de finales de los 60 e inicios de los 70 con la aparición de instituciones que promovían la construcción como la JNV[4] y el BEV[5] en 1973, así como con el resurgimiento de movimientos y organizaciones sociales de base cooperativa con interés por posesión de tierras, a partir de nuevos fraccionamientos parcelarios resultado de las reformas agraria de 1964 y 1973, en territorios hasta entonces agrícolas que circundaban la ciudad, se generaron fenómenos urbanos que favorecieron la expansión de la ciudad[6] acompañados de marginalidad y segregación socio-espacial, desbordando por mucho la planificación surgida en los 40.
En ese contexto de rápida expansión urbana incentivada por el auge petrolero de los 70, surgen nuevos planes para la ciudad en 1967, 1973, 1981. Es en el Plan Director de Quito y su área metropolitana de 1973, donde por primera vez se aborda una “conceptualización regional de la ciudad” (Carrión, 1994) definiéndose un área urbana de 6.976 Ha.; y un territorio metropolitano de 102.325 Ha.; este último incluía asentamientos que hasta ese entonces no se consideraban parte de la “ciudad oficial”, pero que empezaban a configurarse como la “ciudad real”. En esta línea el plan de 1981 “fue concebido como instrumento de ordenamiento urbanístico y jurídico, orientado a controlar, normar y racionalizar el desarrollo físico de la ciudad y su área metropolitana…” (Carrión, 1994).
Es en la década de los 90 del siglo XX, que se consolida administrativamente lo planteado en el 73 a partir de la Ley de Régimen para el Distrito Metropolitano de Quito de 1994. Pero es también a partir de esta misma década, (en parte favorecido por la incorporación de las áreas rurales ubicadas en los valles orientales y noroccidentales de la ciudad), que se da un crecimiento poblacional sobre todo hacia las periferias de la ciudad, tanto al norte como al sur y a los valles antes señalados, como puede evidenciarse en los tasas de crecimiento y variación de población entre 1990 y 2001. (ver mapa 1)
Mapa 1: Tasa de crecimiento y variación poblacional entre 1990 y 2001 por parroquias
Fuente: ORTIZ Alfonso; ABRAM Matthias; SEGOVIA José. (2007) “Damero” FONSAL – Ediciones Trama
Si bien en la década siguiente 2001 – 2010 los índices de crecimiento poblacional se reducen en comparación con la década anterior[7], se puede observar que la tendencia de vaciamiento de la ciudad consolidada y crecimiento de las periferias en proceso de consolidación se mantienen, generando expansiones de la ciudad hacia los bordes y la ocupación de los valles para zonas de residencia. Estos desplazamientos poblacionales han generado complejidades funcionales que están sobre todo vinculadas a la movilidad entre los extremos y los valles con el “hipercentro” de la ciudad, donde se concentra la mayor oferta de servicios.
Gráfico 1: Tasa de crecimiento 1950 – 2010 por área del DMQ
Fuente: Plan Metropolitano de Desarrollo 2012 - 2022
Desde la perspectiva de lo señalado en párrafos anteriores, se pude decir que desde los 90 al menos en términos de reconocimiento o visibilización la “ciudad real” coincide con la “ciudad oficial”, lo que no significa que la planificación urbana haya logrado avanzar al mismo ritmo que las dinámicas socio-territoriales, esto se evidencia si se analizan las diferencias en términos cualitativos que aún existen en las distintas parroquias que conforman el DMQ, en aspectos como espacio público, índice de verde urbano o dotación de equipamientos y servicios públicos, si bien en lo relacionado a servicios básicos la cobertura es casi total.
Gráfico 2: Índice de verde urbano por Parroquia (Quito)
Fuente y elaboración: Subsecretaría de Hábitat y Asentamientos Humanos – MIDUVI 2015
Esta coincidencia entre la “ciudad oficial” y “cuidad real” en la escala metropolitana, se desdibuja cuando se observa el funcionamiento y los vínculos territoriales con el municipio del cantón Rumiñahui, que por proximidad casi conforma un continuo urbano. Esta relación entre las dos ciudades demandan mecanismos de articulación institucional, planes, programas y proyectos conjuntos que permitan evitar las disfuncionalidades actualmente presentes entre estas dos centralidades, donde Quito aparece como ciudad central de la aglomeración urbana DMQ + cantón Rumiñahui.
El principal vínculo vial entre estos dos municipios, (Quito y Rumiñahui) es operado por otra instancia de gobierno de carácter provincial, la prefectura de Pichincha que tiene como competencias principales vialidad rural y fomento productivo, pero que administra la autopista General Rumiñahui. En conjunto con esta instancia de gobierno, se han esbozado proyectos de movilidad que articulan a los dos municipios, pero que no han logrado concretarse debido al incipiente desarrollo de figuras como las mancomunidades para desarrollar proyectos conjuntos.
Por otro lado los últimos años se han desarrollado proyectos que ratifican la condición metropolitana como por ejemplo la relocalización de aeropuerto de la ciudad, en una de las parroquias rurales del distrito (Tababela), proyecto que fue complementado con todo un sistema de vías de articulación del área urbana concentrada con el aeropuerto. Otro proyecto que modificará las dinámicas del Distrito es la ejecución la primera línea de metro que atraviesa la ciudad longitudinalmente de norte a sur.
En base a esto se hace necesario plantear nuevas lecturas para la ciudad, que permitan entender y gestionar de mejor manera los factores que surgen del relacionamiento con otras ciudades de menor escala que inciden en su desarrollo y dinámica social, económica y urbanística. Se puede decir entonces que DMQ a más de la dinámica implícita que la figura distrital impone, es también ciudad central de la región que desborda los límites del Distrito e inclusive límites provinciales. A continuación se realiza una breve aproximación a estos dos roles que cumple la ciudad en el escenario territorial nacional.
QUITO Y SUS RELACIONES CON LA REGIÓN
Tomando como referencia la caracterización planteada para una aglomeración urbana, en lo relacionado a los vínculos estructurales, funcionales y morfológicos (Borja, Gonzales, 2016) se pude ubicar a Quito como ciudad central de la aglomeración urbana que conforma el Distrito Metropolitano de Quito (DMQ) que según el censo del 2010, tiene una población de 2’414.585 habitantes distribuidos el 70% en 32 parroquias urbanas (1’688.628 hab.); y 30% en 33 parroquias rurales (725.757 hab.); con una densidad poblacional aproximada de 57 hab./hec. El DMQ se organiza en 8 administraciones zonales.
La aglomeración urbana incluye otro municipio fuera del DMQ que es Rumiñahui con una población de 85.852 habitantes distribuidos 81.140 hab. en 3 parroquias urbanas y 4.712 hab. en dos parroquias rurales. En el período inter-censal 2001 – 2010 su tasa de crecimiento poblacional fue de 2,94 y las proyecciones para el 2025 son de 131.000 hab.[8]
Un primer análisis relacional de la ciudad con las concentraciones urbanas que le circundan, viene dado por su capacidad de atraer población, esto debido a la concentración de actividades económico productivas que pone a la ciudad en condiciones favorables de oferta de empleo.[9] Estos desplazamientos poblacionales generan movimientos internos entre los lugares de residencia de las diferentes clases económicas de la ciudad, lo que ha producido a partir de los 90 del siglo XX, un crecimiento poblacional importante de los valles orientales y noroccidentales de la ciudad. (Gráfico 3) Esta dinámica de relocalización residencial, no ha venido acompañada en la misma medida, de una desconcentración de servicios y de fuentes de empleo, lo que obliga a desplazamientos diarios al “hipercentro” de la ciudad, generando fuertes problemas congestión en los accesos a la misma. (Gráfico 4)
Gráfico 3: Desplazamientos poblacionales Quito
Fuente: Ospina, Oscar Raúl; “Dolarización y Desarrollo Urbano mercado de vivienda nueva en Quito”, FLACSO – ABYA YALA, 2010. Elaboración: personal
Por otro lado, en el cantón Rumiñahui y en las proximidades del nuevo aeropuerto de Quito ubicado en Tababela, se han localizado centros de logística, almacenamiento y distribución de productos alimenticios, farmacéuticos e insumos de construcción, que por un lado abastecen a la ciudad y la utilizan como trampolín de conexión entre con otras provincias y a nivel internacional. Estas dinámicas de relocalización residencial, industrial y logística han generado expansión de la mancha urbana y una reducción de suelos agrícolas que abastecen parcialmente de alimentos al DMQ, y también demandan una gestión conjunta de distintos municipios sobre el tratamiento de residuos sólidos y aguas residuales, para evitar contaminación de las fuentes aportantes de agua potable que se ubican dentro y fuera de los límites del Distrito Metropolitano[10].
Gráfico 4: Número de viajes mecanizados.
Fuente: Plan Metropolitano de Desarrollo y Ordenamiento Territorial del Distrito Metropolitano de Quito 2015 2025. Estudio de factibilidad del Metro de Quito 2010.
Si se amplía el ámbito de análisis hacia una región mayor, que desborda inclusive los límites provinciales, Quito también puede ser considerada cuidad central de la región urbana conformada por las ciudades de Ibarra, Otavalo, Cayambe y Tabacundo hacia el norte; Machachi, Latacunga y Ambato hacia el sur; y Santo Domingo de los Tsachilas hacia el este. En esta categorización se involucra ya no solo la provincia de Pichincha en la cual Quito se ubica como capital provincial, sino cuatro provincias adicionales: Imbabura, Cotopaxi, Tungurahua y Santo Domingo; ubicadas las 3 primeras en el eje del callejón interandino y la última en las estribaciones hacia la costa. (Gráfico 5)
Este segundo rol de Quito, la ubica como ciudad central que articula una red de ciudades de menor escala, no necesariamente vinculadas morfológicamente y con diferencias culturales y funcionales mayores, pero que requieren de esta articulación para proyectarse a nivel nacional e internacional.
Lo que articula principalmente a estos centros urbanos es el sistema vial y la infraestructura aeroportuaria de esta región; por un lado el aeropuerto de Quito para acceso y salida de turismo nacional e internacional y el aeropuerto en Latacunga que sirven de plataforma de importaciones y exportaciones de forma complementaria al de Quito.
Las ciudades de esta región se insertan en una geografía con pisos climáticos que van desde los 400m. a los 4.700msnm. Se encuentran rodeadas de volcanes activos como Pichincha, Cotopaxi, Cayambe, Imbabura, entre los principales y nevados como el Antisana e Ilinisas, lo que configura una geografía excepcional pero también demanda gestión adecuada de riesgos.
En la zona norte y aún en la Provincia de Pichincha, destacan los cantones Pedro Moncayo (ciudad Tabacundo 16.403hab.) y Cayambe (50.829 hab.), con sus áreas rurales productivas, por la importante producción florícola. Si avanzamos más al norte la segunda zona especializada se encuentra ya en la provincia de Imbabura con las ciudades de Atuntaqui, Otavalo e Ibarra principalmente, con 23.299 ; 52.753 y 139.721 habitantes respectivamente. (INEC-CPV2010) Este segundo cluster territorial se especializa sobre todo en textiles, gastronomía andina y turismo cultural vinculado a infraestructura hotelera que utiliza las antiguas haciendas y aprovecha el paisaje de lagos y montes como atractivo.
Gráfico 5: Quito ciudad central de región urbana
Elaboración: personal sobre imagen tomada de Google Earth.
Las relaciones entre Quito y las ciudades mencionadas ubicadas hacia el norte, están dadas principalmente por factores de distribución de los productos que en ellas se generan por un lado, pero además porque la proximidad y los atributos naturales y culturales de esta zona favorecen el turismo interno y en el caso del turismo internacional, Quito sirve a la provincia de Imbabura y sus ciudades como puerta de acceso ya que solo existen 116 km entre Quito e Ibarra.
Si miramos hacia el sur de la región urbana planteada, nos encontramos con Latacunga 98.355 hab., en la provincia de Cotopaxi y Ambato 178.538 hab. en la provincia de Tungurahua. En las áreas rurales que circundan estas ciudades y que conectan a la zona urbana de Quito, se encuentra también una importante producción de florícola, de frutas, hortalizas y lácteos, que abastecen a los centros urbanos y generan productos de exportación. Además entre Ambato y Latacunga se localizan industrias de ensamblaje de vehículos que son transportados hacia las principales ciudades del Ecuador.
Finalmente Quito tiene una fuerte vinculación con una ciudad ubicada hacia el occidente que es Santo Domingo de los Tsáchilas, la que según el ultimo censo CPV[11] 2010, tiene una población 305.632 hab. Esta ciudad es la puerta principal de Quito hacia la costa y se configura como un núcleo articulador de productos que son transportados por vía terrestre. Según datos del INEC[12] relevados en el censo del 2010 y procesados por SENPLADES,[13] Santo Domingo es la ciudad que tiene mayor migración inter-cantonal con Quito.
En esta escala existe también en la última década notables mejoras en términos de infraestructura vial, conectividad de internet, mejora de infraestructura y servicios públicos, pero lo que destaca como detonador de nuevas dinámicas urbanas en la región es “Yachay”[14], una nueva ciudad del conocimiento ubicada en Urcuquí a 2 horas y media de distancia de Quito en la provincia de Imbabura. Estas iniciativas llevadas adelante tanto por el gobierno central como por el Metropolitano permitirán consolidar la articulación regional y proyectar a Quito como nodo de articulación nacional e internacional.
En base a lo descrito se puede concluir que Quito enfrenta retos como ciudad central de una aglomeración urbana y de una región urbana a la vez, los que pueden agruparse de la siguiente forma: 1. Urbano-territoriales; 2. Geográfico-ambientales; 3.Socio-culturales; 4. Económico-productivos; 5. Institucionales
En el primer grupo destacan los crecimientos de las manchas urbanas, la movilidad, la segregación socio territorial a causa de desregulación en el mercado de suelo entre los principales aspectos.
En el segundo grupo el reto es la gestión de riesgos frente a amenazas múltiples: erupciones volcánicas, inundaciones, incendios forestales, sismos. Esto incluye procesos de control urbano que eviten incrementar la vulnerabilidad de los asentamientos humanos frente a estos eventos.
El tercer elemento está vinculado a factores de índole cultural o identitario. En Ecuador se reconoce constitucionalmente la plurinacionalidad y la interculturalidad, por tanto la existencia de 14 nacionalidades, 16 pueblos indígenas y 12 leguas ancestrales además de una importante población afroecuatoriana y montubia, obligan activar mecanismos de gestión regional que fortalezcan las identidades territoriales y las proyecten como factores de desarrollo.
Y el cuarto reto es de orden socio-económico, pensando en una inserción inteligente en las redes de comercio global, sin caer en la trampa de la competitividad, sino que le apueste a la complementariedad por un lado, pero que además establezca condiciones que permitan distribuir equitativamente los beneficios que generen las inversiones sobre el territorio.
Finalmente sin fortalecimiento institucional, que permita aplicar los mecanismos de articulación a pesar de las asimetrías en términos de capacidades técnicas e institucionales en los municipios, no se puede pensar en una gestión regional.
Para finalizar cabe señalar que en comparación con otras ciudades de América Latina y realidades de Europa, Asia o Estados Unidos, Quito aún no ha tenido fuertes transformaciones urbana por capitales globales, esto en parte se debe a que como menciona Veltz, la política fiscal, la legislación laboral y otros aspectos que “guían las decisiones de localización de las empresas y de los individuos”, son de competencia de los gobiernos nacionales; y en Ecuador en los últimos 10 años a decir de ciertos analistas, “no se ha generado un marco atractivo para la inversión extranjera.” Esto que expresado de esta forma puede sonar negativo, también a sido una barrera que ha evitado procesos especulativos provenientes de otras latitudes, que por lo general si bien producen transformaciones físicas importantes tanto en términos morfológicos como funcionales en las ciudades, también son causantes de procesos de segregación y exclusión socio espacial, si no existen mecanismos de política pública que equilibren los intereses del capital y su afán de rentabilidad con las realidades socio-territoriales locales.
___________________________________
BIBLIOGRAFÍA Y FUNTES
ACHIG, Lucas (1983). “El proceso urbano de Quito (ensayo de interpretación)”. Centro de Investigación Ciudad. Quito – Ecuador.
AGUILAR, Paul; BUSTOS, Guillermo; GOETSCHEL, Ana y otros. (1992). “Enfoques y estudios históricos. Quito a través de la Historia”. Series Quito. Trama ediciones. Quito – Ecuador.
BARRERA, Augusto (2012). “Quito, una propuesta de ciudad región”. Questiones Urbano Regionales, Revista del Instituto de la Ciudad (Volumen 1 No. 1, paginas 39 – 52) Quito-Ecuador.
BONILLA Efrén; BUSTAMANTE, Gonzalo; CARRIÓN Fernando y otros. (1994) “Quito Transformaciones urbanas y arquitectónicas”. Series Quito. Trama ediciones. Quito – Ecuador.
BORJA, Jordi y GONZALES Paco. “Hacer ciudad en el territorio metropolitano” Modulo 1: Transformaciones urbanas en la sociedad del conocimiento, Material digital UOC.
CARRIÓN, Fernando (2012). “El desafío político de gobernar una ciudad-región”. Questiones Urbano Regionales, Revista del Instituto de la Ciudad (Volumen 1 No. 1, paginas 127 – 138) Quito-Ecuador.
DE MATOS, Carlos (2012). “Reestructuración económica y metamorfosis urbana en América Latina: de la ciudad a la región urbana”. Questiones Urbano Regionales, Revista del Instituto de la Ciudad (Volumen 1 No. 1, paginas 78 – 100) Quito-Ecuador.
Distrito Metropolitano de Quito; Plan Metropolitano de Desarrollo y Ordenamiento Territorial 2015 – 2025.
Municipio del Distrito Metropolitano de Quito (2000) “Plan General de Desarrollo Territorial Distrito Metropolitano de Quito 2000 – 2020”
Municipio del Distrito Metropolitano de Quito (2012) “Plan Metropolitano de Desarrollo 2012 – 2022”
Municipio del Distrito Metropolitano de Quito (2015) “Plan Metropolitano de Desarrollo y Ordenamiento Territorial 2015 – 2025.
ORTIZ, Alfonso; ABRAM, Matthías; SEGOVIA, José. (2007). “Damero”. FONSAL y Trama Ediciones. Quito – Ecuador.
OSPINA, Oscar Raúl (2010) “Dolarización y Desarrollo Urbano mercado de vivienda nueva en Quito”, FLACSO – ABYA YALA. Quito – Ecuador.
_______________________________
NOTAS
[1] Lo dicho no significa que lo que existió en el territorio de Quito previo al período colonial no sea importante y no contribuya a entender su momento actual e inclusive generar identidad, sino únicamente a que los estratos históricos más visibles o evidentes en la actualidad, que han trascendido en el tiempo, sobre todo se enmarcan en el Quito colonial.
[2] El libro “Damero” de Alfonso Ortiz Crespo, Matthias Abram y José Segovia Nájera presentan una formidable compilación de cartografías y mapas históricos de la cuidad de Quito.
[3] Datos tomados del estudio de Guillermo Bustos (1992) “Quito en la transición: actores colectivos e identidades culturales urbanas (1920-1950). Series Quito.
[4] Junta Nacional de la Vivienda
[5] Banco Ecuatoriano de la Vivienda
[6] En 1958 el área construida de la ciudad era de 639,6 ha.; para 1971 el área construida en la ciudad era de 1.595,2 ha.; y en 1975 alcanzó 6.156 ha.; según la cartografía del Instituto Geográfico Militar presentada en cifras por Achig.
[7] La tasa de crecimiento poblacional en el período inter-censal 2001 – 2010 es de 2,2% anual la que tiene una tendencia decreciente desde 1982.
[8] Datos tomados del Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial del Cantón Rumiñahi 2012-2025.
[9] Según datos del Banco Central del Ecuador, Quito es la ciudad que mas aporta al VAB nacional con 22.11% seguido de Guayaquil con 20,7%.
[10] “Las principales fuentes que abastecen el sistema de captación, tratamiento y distribución de agua potable del DMQ se ubican en el callejón interandino (sistema hidrográfico Guayllabamba-Esmeraldas) y en la cordillera Central o Real (sistema hidrográfico Rio Napo – Amazonas)…que se nutren de nevados como el Antisana y Cotopaxi.” PMDOT 2015.
[11] Censo de Población y Vivienda
[12] Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
[13] Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo
[14] Para revisar detalles del proyecto se puede consultar el sitio web: http://www.yachay.gob.ec
Comments